Elegí el mercado de las pulgas porque siempre me gustó. No lo veo como un lugar de antiguedades, sino un lugar para explorar, lleno de cosas que uno nunca vió.
Mi primer visita fue medio confusa. Por un lado no había entendido bien la consigna, le saqué fotos a personas y al exterior. Empece sacando fotos en color, y luego pase a sacar en blanco y negro. En sí lo que hice fue ir y sacar fotos.
De la corrección me llevé que había que darle mucha atención a los encuadres, que no aparezcan ruidos en la imagen, y que también debía cuidar mucho el punto de vista, si quería sacarle fotos a un conjunto de objetos bidimensionales como los carteles que se ven arriba, estos se apreciarían mejor con una toma directa, osea normal, sin angulación.
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